Nací en Valladolid dice mi carnet hace muchos años, sin embargo, mi espíritu me dice lo contrario, acostumbrado a estar con niños, cojo de ellos su vitalidad y magia siempre que puedo.
Entre esos años que pone mi carnet, aproveché para estudiar carreras y sumar diplomas al mismo tiempo que me iba dando cuenta de lo poco que valían en la vida.
Ahora busco transportar a la gente a los lugares que mi mente me lleva. Espero que disfrutéis del viaje...
He tenido el privilegio de ser galardonado en alguna ocasión, pero siempre me han importado más las felicitaciones de aquellos que me importan.
Todo es susceptible de ir a peor
Mi carrera literaria comenzó cuando era muy niño. Las primeras imágenes que tengo de mí mismo elaborando relatos y cuentos, tan imaginativos como mal escritos, se remontan a una época indeterminada de mi infancia.
Cuando era adolescente, la cosa adquirió un tinte un poco más serio y empecé a sentir gusto por la poesía, algo que ya no me ha abandonado jamás, aunque sólo una pequeña parte de mi obra poética, la más reciente, está publicada en mi blog, La Buhardilla de Álber, donde soy mucho menos formal que en esta biografía.
En aquellos años también inicié la andadura por la prosa de largo recorrido, aunque no sería hasta 2007 cuando un seudosello editorial de cuyo nombre prefiero no acordarme publicase mi primera novela La Máscara del Mundo. Es una historia de suspense con cierto trasfondo filosófico en el que se ahonda sobre todo en las relaciones de amistad.
A finales de 2013, autopubliqué únicamente en formato digital La Noche, de temática bastante distinta a su predecesora, perteneciente al género fantástico y de terror, y más orientada al público juvenil –de hecho el proyecto y su parte esencial nacieron antes de que tuviera edad para votar.
Ese mismo año concluí una obrita que engloba varios relatos muy míos, llenos de ironía y acidez, aunque sin renunciar a alguna dosis de dulce, llamada Acertijos de Vida, todavía inédita, si bien algún día pretendo remediarlo. Uno de ellos, Tenemos Derecho, fue premiado con un accésit en un concurso organizado por la ONG Ingeniería sin Fronteras. Lamentablemente, ahí se acaba mi historial de galardones oficiales, aunque me quedo con los halagos que de cuando en cuando mi brinda mi agradecido y cariñoso público.
En 2016 finalicé el que es hasta la fecha mi gran proyecto literario, Enmascarados Por el Mundo, una ambiciosa historia perteneciente a un gran conjunto de novelas del que también forma parte La Máscara del Mundo.
La primera parte de esta suerte de crónica de la generación millenial española, con mezcla de géneros que van desde el suspense hasta el terror y la fantasía, pasando por el género político y social, se titula El Secuestro de la Esperanza, mi tercera novela. Hay dosis de surrealismo y un relato metafórico marca de la casa, que no marca España. En 2017 por fin ve la luz en formato físico gracias a la autoedición y con la ilusión de que se traduzca en recompensa el gran esfuerzo personal invertido.